18.ª Feria Internacional
del Libro de Venezuela

del 10 al 20 de noviembre

Los sonidos de la pluricultural identidad venezolana ofrecen testimonio en la Bitácora del Mirlo

Cada sonido tiene su historia y cada historia tiene su sonido. Bajo esa implícita premisa, Jhoel Arellano nos invita a recorrer a su lado las “sonoridades de un mapa”, un viaje de re-conocimiento por nuestros territorios para experimentar el sentido que hombres y mujeres han encarnado a partir del “campo sonoro” que históricamente constituyen.

En “La bitácora del Mirlo”, presentada en la 17ª Filven, sonido e historia se funden y con-funden en el cuerpo de quien las experimenta, bajo una mirada que reconoce en ellas su común e inseparable transitar. Que cada sonido tenga su historia significa que responde a un contexto, a un lugar que vuelve posible su surgimiento, el sonido es, por tanto, un devenir social. Que cada historia tenga su sonido, significa que todo acontecimiento humano adquiere potencialmente una expresión sonora.

Alejados de una interpretación exegética, cabría pensar que el “campo sonoro” que la experiencia humana funda se encontraría atravesado por el sentido en sus tres dimensiones: semántica, sensible y orientativa. En las sonoridades, por tanto, es posible rastrear un significado, una experiencia del cuerpo y un pro-yecto, cual hoja de ruta.

Quizás por ello, Arellano nos invita a pensar que el campo sonoro “se constituye en su devenir como un mapa y un genoma social durables”. Empero, no habría en su hipótesis intención alguna de amalgamar la diversidad que el campo sonoro expresa; al contrario, según la clave de lectura ofrecida por el ministro Freddy Ñañez, intérprete de ocasión, el autor logra esquivar las dos corrientes hegemónicas que niegan la diversidad, tanto aquellas que diluyen lo local en lo global, como aquellas que responden a este acto con un gesto de reconciliación identitaria cuyo resultado es la negación de las diferencias y conflictos propios de una cultura viva.

Así pues, Arellano lograría dibujar con su trabajo un mapa cuya mayor virtud y potencia se encuentra en el re-conocimiento y puesta en circulación de la diferencia entre aquello que tradicional e institucionalmente habría sido pensado como unidad indiferenciada. Como todo mapa, cada sonoridad encuentra también su relación con las otras, de modo que aquello que las separa nos muestra simultáneamente aquello que las re-une y comunica.

El anecdótico texto de Arellano sirve idealmente para leer nuestra historia y nuestra cultura a contrapelo de la historiografía tradicional. Re-conocernos en nuestra historia sonora y musical nos permite experimentar en carne propia la herencia de luchas y la diversidad que nos constituye como pueblo. “Venezuela es la música que sus mujeres y hombres crearon, desde sus albores hasta nuestros días”, afirmación que resume la clave sonora bajo la cual Arellano interpreta la historia patria.

OL

Mario Sanoja Obediente

Caracas, 1934 – 2022

Doctor en Antropología por la Universidad Central de Venezuela, licenciado en Etnología por la Universidad de La Sorbona, París. Colaborador científico del Smithsonian Institution en 1967. Investigador y docente. Fue profesor de posgrado en varias universidades venezolanas. Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela. Miembro del Comité Redactor de la Historia Científica y Cultural de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).Fue profesor invitado de la Escuela Nacional de Antropología de México, de la Universidad Nacional de Costa Rica, de la Universidad del Norte, Barranquilla, Colombia; de la Universidad de Copenhagen, Dinamarca, de la Universidad Autónoma de Barcelona. Conferencista Invitado en varias oportunidades por el gobierno de Rusia en diversas instituciones académicas y culturales de ese país. Mario Sanoja es considerado un teórico del Socialismo Bolivariano, proyecto que concibió unido irrestrictamente a la práctica revolucionaria.  Fue precursor de la arqueología marxista en Venezuela, y de la arqueología social Latinoamericana. Recibió la Orden José María Vargas, al Mérito Académico en primera y segunda clase; la Orden Nacional del Mérito al Trabajo en su primera clase.  Recibió en 2004 y 2006 el Premio Nacional de Cultura, Mención Humanidades. En 2018  le fue otorgado el Premio Nacional de Historia y en 2019 fue designado Cronista de la Ciudad de Caracas. Alcaldía de Caracas-Cámara Municipal del Municipio Libertador. Autor de más de 70 libros entre los que destacan: Historia Sociocultural de la Economía Venezolana (2011), Del Capitalismo al Socialismo del Siglo XXI- Perspectiva desde la Antropología Crítica (2012), El Alba de la Sociedad Venezolana (2013). En coautoría con Iraida Vargas Arenas escribió los libros: Hacia una teoría de la sociedad comunal (2019), La fragua del bravo pueblo (2018), La larga marcha hacia la sociedad comunal (2015), entre muchos otros.

Iraida Vargas Arenas

 (Maracay, estado Aragua, 1942)

Antropóloga por la Universidad Central de Venezuela, Magíster en Historia Contemporánea de Venezuela, Doctora en Historia  y Geografía Cum Laude por la Universidad Complutense de Madrid. Se ha desempeñado como docente en universidades de España, México, Costa Rica y Colombia. Es investigadora emérita por parte del Ministerio del Poder Popular para la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en nuestro país y colaboradora científica del Smithsonian Institution de Whashington DC. Desde 1967 ejerció la docencia y la investigación en el Instituto de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UCV. Se ha desempeñado como investigadora en el área de Arqueología del Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela. Académica y conferencista dedicada al estudio de las gestas emancipadoras en Latinoamérica y el Caribe con enfoque de género. Impulsora de las teorías feministas en contextos socio políticos progresistas. Su intenso trabajo intelectual ha significado un gran aporte a la historia revisitada de Venezuela.

Ha publicado libros y artículos científicos en revistas especializadas tanto nacionales como internacionales. Autora y coautora de numerosos libros, su trabajo investigativo ha sido reconocido con el Premio Municipal de Literatura, mención ensayo Manuel Díaz Rodríguez, 1974; la Orden al Mérito Académico Dr. José María Vargas de la UCV, 1ra. Clase, 1993; y el Premio Nacional de Cultura, mención Humanidades, 2008. Entre sus trabajos de investigación se encuentran Arqueología, ciencia y sociedad (1990); Historia, identidad y poder (1993); La historia como futuro (1999); Historia, mujer, mujeres: origen y desarrollo histórico de la exclusión social en Venezuela: el caso de los colectivos femeninos, (2006); y en coautoría con Mario Sanoja, ha publicado los libros: La larga marcha hacia la sociedad comunal (2015), Razones para una revolución (2007) y Del rentismo al socialismo comunal bolivariano (2019), entre muchos otros. Así mismo, más recientemente se han reeditado los títulos: El agua y el poder. Caracas y la formación del estado colonial caraqueño 1567-1700; Resistencia y participación. La saga del pueblo venezolano; Antiguas formaciones y modos de producción venezolanos; Los hombres de la yuca y el maíz y una primera edición de Venezuela en su camino hacia el socialismo bolivariano.

Carmen Clemente Travieso

(Caracas, 1900 – 1983)

Escritora, periodista, ensayista, investigadora, militante y activista por los derechos de la mujer. Precursora del feminismo en Venezuela. Hija de Lino Clemente y Mercedes Eugenia Travieso, era la bisnieta del prócer de nuestra independencia, Lino de Clemente. Fue ávida lectora desde muy pequeña, iniciándose en las letras al elaborar historias propias a partir de los cuentos que su abuela Trinidad Domínguez de Travieso le narraba. Labró una amistad entrañable con el poeta, humorista, político y abogado Andrés Eloy Blanco, que permaneció hasta la muerte del escritor. Primera mujer en obtener el título de reportera en la Universidad Central de Venezuela, iniciándose en este oficio en 1944 al ingresar al diario Últimas Noticias. Escribió para los impresos Hoy, El Nacional, El Universal, Ahora, Últimas Noticias y en las revistas Élite, Páginas y Estampas. Su primer artículo publicado el 31 de marzo de 1936 por el periódico Ahora, estuvo dedicado a la exhortación de las mujeres venezolanas en la defensa de sus derechos sociales, económicos y políticos.  También fue la primera mujer postulada por un partido político para ejercer un cargo de elección popular, siendo candidata del Partido Comunista de Venezuela a la Asamblea Nacional Constituyente de 1946, donde las mujeres votaban por primera vez.

Pionera en la actividad periodística venezolana y como militante de izquierda, luchó contra la férrea dictadura de Juan Vicente Gómez, en apoyo a la Generación del 28, convirtiéndose en un símbolo femenino de combate, que irrumpe en los albores del siglo XX.

Estuvo activa en la reproducción, distribución y redacción de periódicos como El Imparcial, La Boina y el diario El Martillo, órgano difusor del Partido Comunista del que forma parte, creando en 1930 su primera célula femenina junto a Margot García Maldonado y Josefina Juliac. Funda la Asociación Cultural Femenina, que proponía reformas al Código Civil a favor de derechos equitativos entre hombres y mujeres, y crea la Casa de la Obrera, donde se impartían clases y se debatían temas de interés mediante la participación popular con foros y conferencias. Entre 1936 y 1948 publicaba en su página Cultura de la mujer, artículos en el contexto del insipiente feminismo de la época, cuya óptica particular se decantaba por una lucha propia, evitando la competitividad con el hombre.

Publicó los títulos: Mujeres venezolanas y otros reportajes (1951), Teresa Carreño (1953), Las Esquinas de Caracas (1956), Mujeres de la Independencia (1965), Anécdotas y leyendas de la Vieja Caracas (1971) y La Mujer en el Pasado y en el Presente (1976). Gana el Premio otorgado por la Asociación Venezolana de Periodistas en 1948, obtiene el Diploma de Honor y Medalla al Mérito Avepista en 1966 y recibe la Medalla de pionera, conferida por el Colegio Nacional de Periodistas en 1981.